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Henri Cartier-Bresson (1908-2004)
 
Capítulos: Pioneros - Artistas - Documentalistas - Prensa
Documentalistas
Los primeros fotógrafos documentalistas tuvieron que luchar contra el desánimo que suponía transportar el pesado equipo fotográfico a la hora de realizar fotografías en el exterior. Aún así, fueron muchos los fotógrafos aguerridos que salieron a la calle, movidos por la necesidad o por el ansia de aventura. Vaya para ellos un homenaje a su esfuerzo y a su tenacidad.
Desiré CharnayLos viajes emprendidos por los europeos en el siglo XIX fueron el objeto de las primeras fotografías clasificables como documentos gráficos. Desde el principio, la mayor parte de estas fotografías tenían fines comerciales o científicos. Casi siempre había un editor, quien se encargaba de publicarlas en las revistas científicas o en los libros de viajes. El primer libro editado por el arqueólogo francés Desiré Charnay (1828-1915) se situaba a mitad de camino entre una obra científica y un libro de viajes.

Charnay fue comisionado por el Ministerio francés de Educación para documentar las ruinas precolombinas. En 1857, realizó su primer viaje a México, a los que le seguirían dos más, en los cuales utilizó la fotografía como "actas de sus descubrimientos". Con sus imágenes, Charnay demostró que los pueblos precolombinos procedían del continente asiático y revisó algunas teorías de sus colegas antecesores sobre los lugares y la etnografía precolombina. Utilizando la técnica del colodión húmedo, sus trabajos fueron publicados en la revista científica North American Review y publicó así su primer libro Cités et ruines américaines (Ciudades y ruinas americanas), en 1863 con 49 fotografías. Posteriormente, en 1885, publicó su segundo libro de investigación titulado Les anciennes villes du Nouveau Monde (Los antiguos pueblos del Nuevo Mundo).

Otros viajeros, con una visión más mercantilista de la fotografía, se dedicaron a tomar imágenes los países donde vivían y vendían las imágenes en los formatos más comerciales. En España, la empresa Laurent y Compañía se dedicó a la fotografía de exteriores y a su posterior edición en los formatos más novedosos de la época, sobre todo, en tarjeta postal y en vistas estereoscópicas. Esta sociedad fue fundada por el francés Jean Laurent y Minier (1816-1886), en 1863. Su productos vendían en España y en su sucursal de París o en las mejores librerías europeas.

Jean Laurent y MinierJean Laurent se interesó por la fotografía en 1855, mientras fabricaba cajas de cartón para pastelerias y encuadernaciones. En 1856 se trasladó a Madrid donde abrió un estudio en la Carrera de San Jerónimo nº 39. Este local había sido antes el estudio del también famoso fotógrafo inglés Charles Clifford (1820-1863), quién lo abandonó varios años antes al ser contratado por la reina Isabel II para cubrir sus viajes por toda España.

Jean Laurent disponía de un carro-laboratorio y se desplazaba por ferrocarril. En 1861, Laurent tuvo la idea de crear un archivo con sus fotografías y comercializarlas. Así, en 1868, abrió una tienda en la calle Richelieu, nº 90 de París donde un empleado vendía sus fotografías de España y Portugal. En un primer momento, Laurent formó una sociedad con José Martínez Sánchez. En 1873, el catálogo de Laurent y Cía ya ofrecía 6.340 fotografías de temática muy variada sobre España y Portugal. La mayor parte de estas fotografías fueron realizadas por fotógrafos contratados por la Compañía, como Julio Ainaud (1837-1900), de quien se sabe que se encargó de fotografiar el levante español desde Murcia hasta Barcelona. Lamentablemente, el resto de los fotógrafos en nómina han quedado en el anonimato. En 1975 murió Joaquín Ruiz Vernacci, el último fotógrafo que regentó esta Compañía. El Estado español adquirió todos los fondos de la sociedad, que constaba de 40.000 negativos en placas de cristal y en otros formatos. Se supone que unas 11.000 de esas fotografías fueron tomadas por el propio Laurent.

La fotografía también fue utilizaba como guía gráfica de clasificación o sistematización. El policía francés Alphonse Bertillon (1853-1914) dedicó buena parte de su vida a establecer un sistema de identificación de los delicuentes que pasaban por la prefectura de policia del Sena, donde trabajaba. Desde 1840, ya se utilizaba la fotografía para registrar el aspecto del delicuente, sin embargo Bertillón sistematizó el modo de tomar las fotografías a los detenidos, la postura del retratado, la iluminación, y ... sobre todo, la prohibición del retoque fotográfico para así facilitar la identidad del reo. Bertillon ideó un sistema de identificación (el "bertillonaje") basado en unas fichas en las cuales se registraban las medidas de las distintas partes del cuerpo de los delicuentes, utilizando la fotografía como herramienta para las claves de su clasificación. A partir de 1882, este sistema fue adoptado por la policía parisina y posteriormente, por la mayoría de los países europeos y americanos. Bertillón también sistematizó el modo de fotografiar los escenarios del crimen. Sus estudios antropométricos fueron paulatinamente abandonados por su frarragosidad, siendo sutituidos por las huellas dactilares. Sin embargo, buena parte de sus técnicas fotográficas se han mantenido hasta la actualidad.

Además de ser un instrumento científico o la base para un fructífero negocio, la fotografía fue utilizada para denunciar la paupérrima situación social de finales del siglo XIX. En Estados Unidos, dos fotógrafos de estrato social diferente y con un margen de 20 años en sus trabajos, coincidirían en documentar la situación social de los más pobres en el cambio de siglo. A pesar de las limitaciones técnicas, ambos consiguieron despertar la conciencia ciudadana.

Jacob RiisEl inmigrante danés Jacob Riis (1849-1914) recurrió a la fotografía para mostrar la situación de los colectivos más pobres de la ciudad de Nueva York: los inmigrantes que vivían en el Lower East Side. Riis era un carpintero que había emigrado a Nueva York y experimentó en sus propias carnes las duras condiciones de vida de los inmigrantes.

En 1888, Riis fue contratado como fotorreportero en el New York Evening Sun. Aprovechó esta oportunidad para denunciar la situación de los inmigrantes a través de la fotografía. Generalmente, Riis realizaba fotografías de interiores o nocturnas, con una luz natural muy escasa, por lo que tuvo que recurrir al flash de magnesio, una técnica aún en fase experimental en aquella época, que lo convirtió en uno de los primeros fotorreporteros que utilizaron el flash. El polvo de magnesio era explosivo, por lo que debía tener mucho cuidado con su uso. Riis se inventó un dispositivo para colocar el polvo, utilizando una sartén de hierro. Hubo ocasiones en que casi se quedó ciego y en otras, prendió fuego en la habitación que estaba fotografiando. La técnicas fotográficas de la época no estaban preparadas para hacer fotos "robadas" y mal iluminadas, por lo que Riis se las tuvo que ingeniar para convencer a los sujetos de que mantuvieran una postura lo más natural posible durante el tiempo que durara la exposición.

En diciembre de 1889, Riis publicó un informe sobre la vida de esta barrio de Nueva York en la revista Scribner’s Magazine, acompañadas de varias fotografías. Tanto éxito tuvo este artículo que, al año siguiente, los editores de esta revista recopilaron los ensayos en el libro How The Other Half Lives (Cómo vive la otra mitad). El libro contenía 18 fotografías impresionadas con la nueva técnica de los semitonos (haftone), que fueron realizadas por Riis y por su equipo de fotógrafos. El libro llamó la atención del Comisionado para la Policía de Nueva York, Theodore Roosevelt (el que después sería presidente), quién cerró las pensiones regentadas por policías (lugares insanos, donde los mismos policías creaban ambientes de corrupción y violencia) y creó un sistema de casas de acogida municipales regentadas por organizaciones de caridad. Durante veinte años más, Riis y su equipo se desplegó por el Lower East Side de Nueva York para documentar la vida de los más olvidados.

Lewis HeineLewis Wickes Hine (1874-1940) era un profesor de Sociología en la Ethica Culture High School de Nueva York. Se compró la cámara Graflex en 1903, para animar a sus alumnos a servirse de la fotografía para documentar sus trabajos. Hine consiguió que Paul Strand (1890-1976), uno de sus alumnos, se animara tanto que éste decidió dedicarse a la fotografía. Hine y sus alumnos fotografiaban las oleadas de inmigrantes que llegaban a la isla de Ellis entre 1904 y 1908. Pronto Hine empezó a recibir los primeros encargos y se dió cuenta del poder de denuncia de estas fotografías.

En 1908, el National Child Labour Committee (Comité Nacional sobre el Trabajo Infantil) le encargó un trabajo de investigación para evaluar la necesidad de legislar sobre el trabajo infantil. Hine abandonó su trabajo de profesor y empleó casi 10 años en documentar las duras condiciones de trabajo de los niños en Estados Unidos. A veces, Hine tenía que recurrir a numerosas tretas para conseguir estas fotografías ante la prohibición de los empresarios para realizarlas. Igual que Riis, Hine tuvo que recurrir al flash de magnesio para sus fotografías de interiores. Sus fotografías resultaron claves para convencer sobre la necesidad de controlar los abusos y la explotación de los niños por parte de los empresarios. Así, en 1916, el Congreso aprobó el Acta Keating-Owen por el no se permitíría contratar más a niños menores de 14 años.

Durante la I Guerra Mundial, Hine estuvo trabajando en Centroeuropa por encargo de la Cruz Roja. Con una cámara de pequeño formato, Hine documentó las condiciones de vida en tiempos de guerra en Francia, Bélgica y en la región de los Balcanes. En la décadas de los 20 y 30, recibió numerosos encargos. Entre los más famosos está la construcción del Empire State entre los años 1930 y 1931, cuyo resultado fue la publicación del libro Men at work (Hombres trabajando) en 1932. Otro trabajo famoso fue el encargado por la Cruz Roja para documentar los efectos de la sequía en los estados norteamericanos de Arkansas y Kentucky que finalizó con la publicación de Throught the Loom, al año siguiente, en 1933. Con el tiempo, escasearian los encargos y se retrasaría el pago de sus pocos trabajos, circunstancia que terminaría por arruinarle, muriendo pobre en 1940. Dos años antes de su muerte, la fotógrafa descubridora de Eugéne Atget, Berenice Abbot, descubrió también a Hine dándolo a conocer entre los integrantes del grupo grupo Photo League. Esta es la razón por la que todo su material fotográfico (más de 10.000 negativos) fue legado a este Grupo por su hijo. Con la disolución del Grupo, una parte importante del material fue donado a la fundación George Eastman House, en Rochester, Estado de Nueva York. Otra parte importante de su legado está disperso entre varias instituciones estadounidenses.

Melitón RodríguezEl cambio de siglo también fue registrado en la ciudad de Medellín, en Colombia, gracias al fotógrafo, Melitón Rodríguez (1875-1942). Con 22 años se hizo cargo del nuevo estudio Fotografía Rodríguez Hermanos en 1897. Aunque se asoció con su hermano Horacio, éste abandonó la fotografía por la arquitectura, dejando a Melitón a cargo del negocio. Pero Melitón no era un neófito en esta disciplina. Desde los 17 años había trabajado en este mismo taller situado en la carrera Palacé, muy cerca de la Iglesia de la Candelaria de Medellín, capital del departamento de Antioquía. En este taller, conocido como Rodríguez y Jaramillo, Melitón y su hermana Rafaela se habían dedicado al retoque de los negativos.

En 1899, Rodríguez asume totalmente el negocio y el estudio pasa a llamarse Melitón Rodríguez e hijos. Este estudio se convertiría en un referente de la fotografía colombiana debido a sus investigaciones en numerosas técnicas fotográficas y dispositivos fotográficos (llegó a fabricar una ampliadora para formato grande). Aunque su trabajo en el estudio consistió en hacer retratos de tipo pictorialista a los miembros más pudientes de la sociedad de Medellín, Rodríguez salió a la calle para fotografiar y documentar todo lo que veía en la región de Antioquia. Rodríguez registró el Medellín del cambio de siglo donde se estaba produciendo un gran crecimiento de esta ciudad. Después de la Guerra de los Mil Días, en 1902, Medellín conoció una época de gran desarrollo industrial. A esta capital llegaron tanto indígenas de las zonas rurales como europeos, atraídos por el trabajo en las industrias cafetera y téxtil.

Las obras del ferrocarril y las del puerto Berrío fueron documentadas por Rodríguez, publicando numerosas fotografías en la prensa de la época, como el diario El Montañés. También llegó a ofrecer sus fotografías como artículos publicitarios en forma de pequeñas postales incluidas dentro de los paquetes de cigarrillos con las marcas Hidalgos, Cóndor y Victoria . En 1938, Melitón dejó de trabajar en el estudio y lo dejó a cargo de sus hijos Alberto, Enrique y Gabriel Rodríguez. En este estudio dejó más de 200.000 negativos bien organizados, algunos de los cuales perdieron su calidad con el tiempo, sobre todo los negativos en acetato. Con el cierre de este histórico estudio, decidido por su nieto Henry Rodríguez, el fondo fotográfico de 220.000 negativos de Melitón Rodríguez fue adquirido por la Biblioteca Pública Piloto de Medellín, en 1995.

Mientras tanto, en París, Eugene Atget (1857-1927), un fotógrafo "a la fuerza", también estaba documentando, sin saberlo, el París de cambio de siglo.

 

Eugène AtgetEste fotógrafo parisino comenzó vendiendo sus "documentos" (fotografías) a los pintores del vecino barrio de Montparnasse, a mediados de la década de 1890. Había intentado trabajar como actor, pero después de pasar por varios oficios, se decantó por el de fotógrafo. En aquella época, muchos pintores parisinos se servían de las fotografías para pasarlas a pinturas en el estudio, sin tener los inconvenientes de salir a pintar al natural, por lo que había mucha demanda de estos "documentos".

En 1898 consigue sus primeras ventas a instituciones públicas como el Museo Carnavalet y la Biblioteca Histórica de la Ciudad de París. En 1899, Atget se traslada al barrio de Montparnasse, a un quinto piso de la rue Campagne Première nº 17 bis, donde colocó el cartel de "Documentos para artistas" en la puerta de su apartamento y cuarto oscuro. Allí recibía a sus clientes y donde vivió hasta su muerte. Su clientela se amplia a sus amigos, a arquitectos, a decoradores de teatro,.... También recibe encargos cada vez más voluminosos de varias Agencias locales de París, entre ellos, el de documentar sistemáticamente los monumentos históricos de París. En 1914, la muerte de Leon, el hijo de su compañera Valentine Delafosse Compagnom, le hizo abandonar la fotografía durante un tiempo. Al estallar la I Guerra Mundial, Atget guardó sus negativos en un sótano.

Entre los años 1920 y 1921 vende, por un precio irrisorio, 2.600 placas al Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes francés y 2.500 placas a la Comisión de Monumentos Históricos de París. En 1925, Man Ray anima a su asistente Berenice Abbot (1898-1991) a conocer a este curioso personaje. Atget vivía en la misma calle donde Man Ray tenía su estudio. La admiración de Abbot por Atget supuso el reconocimiento en vida de su obra entre los fotógrafos vanguardistas franceses e internacionales y... la salvación de resto de sus placas fotográficas que aún conservaba en su apartamento. Abbot fue la responsable de poner orden en aquel pequeño estudio.

Tras la muerte de su compañera Valentine, en 1926, Atget decae y muere al año siguiente. En su testamento deja 2.000 negativos a la Comisión de Monumentos Históricos de París; pero en su estudio aún quedaron 1.400 negativos en placas de cristal y 7.800 fotografías y negativos en papel. Abbot se preocupó de adquirir este legado con la ayuda de Julien Levy, un tratante de arte. Posteriormente, todo este material fue adquirido por el Museo de Arte Moderno de Nueva York en 1968, que es el depositario actual de esta ingente documentación.

Desde 1897 hasta su muerte, Atget realizó más de 10.000 fotografías sobre personas, comercios, callejuelas, rincones, puentes, palacios históricos y vistas del París de cambio de siglo. Su objetivo lo dirigía hacia barrios, oficios y negocios que estaban a punto de desaparecer en pro de un París más moderno, herencia de la transformación urbanística de Haussmann y de la Exposición Universal de 1889. Por lo tanto, muchas de su tomas reflejan un París ya desaparecido y fueron tomadas con una técnica fotográfica más propia del siglo XIX que de las primeras décadas del XX. Durante toda su vida, Atget utilizó la misma pesada cámara de placas de gran formato (18x24cm), con su trípode y un objetivo Rapid Rectilinear. Este objetivo le permitía realizar fotografías a los edificios o a las estancias sin que sus paredes se distorsionaran por la lente. Se desconoce la distancia focal de este objetivo debido a que desapareció después de su muerte; sin embargo, se supone que era bastante corta y no cubría toda la placa ya que todos sus negativos presentan una zona oscura (velada) en la parte superior. Algunas de sus fotografías aparecen movidas debido a los largos tiempos de exposición de esta cámara. Estas peculiaridades fueron las que atrajo la atención de reconocidos artistas de la época, como el mismo Man Ray, Picasso o Matisse.

 
El químico Sergey Prokudin-Gorskii (1863-1944) fue testigo del cambio de siglo en Rusia, mientras aportaba numerosos avances para el mundo de la fotografía. En 1902, presentó un patente que permitía obtener fotografías en color. La técnica consistía en tomar tres fotografías con un filtro de cada color primario: rojo, verde y azul. Su amigo Wilhelm Bermpohl le construyó una cámara especial, diseñada por Adolf Miethe, el mismo que inventó el flash de polvo de magnesio. La cámara captaba la imagen a través de un único objetivo y la reflejaba en tres placas exactamente iguales pero con distinto filtro de color.

Sergey Prokudin-GorskiiSe cree que en el otoño de 1903, Prokudin-Gorskii realizó sus primeras fotografías con este sistema en el itsmo de Karelia, al oeste de Rusia, con el canal y el lago Saimaa, al fondo. En 1905, la Sociedad de Santa Eugenia le encargó a Prokudin-Gorskii lo que serían las primeras tarjetas postales en color de Rusia. Cuando había realizado más de 300 tomas de lugares emblemáticos del país, la Sociedad tuvo que rescindirle el contrato debido al caos económico prerrevolucionario. Lamentablemente, todo este material ha desaparecido.

Hacia 1907, a Prokudin-Gorskii se le ocurrió la idea de divulgar la geografía de su país a los escolares rusos, valiéndose de las atrayentes fotografías en color. Mediante un proyector especial, sus fotografías se podrían exponer en las escuelas. El 3 de mayo de 1909, tras una entrevista con el zar Nicolás II consiguió el proyecto de realizar 10.000 fotografías desde el mar Báltico hasta el oceáno Pacífico durante 10 años. El zar le suministró todo el equipo, incluyendo un vagón de ferrocarril a modo de cuarto oscuro, y los salvoconductos necesarios para vencer la burocracia rusa y acceder a zonas restringidas. Los 10 años se quedaron en solo cuatro. Desde 1909 a 1912 y en 1916, Prokudin-Gorskii documentó con fotografías en color (las primeras para esa época) hasta 11 regiones en el territorio ruso. Aquellas imágenes reflejaron la Rusia tal y como estaba antes de que la revolución de octubre de 1917 cambiara totalmente aquel país.

En 1918, Prokudin-Gorskii viajó a Noruega para adquirir los proyectores que mostrarían sus fotografías en las escuelas y cumplir así su sueño. Ya no volvería, aterrado por la marcha de la revoluión rusa. En 1909, se marchó a Inglaterra y en 1921, se instaló definitivamente en Francia. Posiblemente fue en 1931 cuando Prokudin-Gorskii consiguió el permiso de Rusia para exportar la mayoría de su trabajo documental hacia París. En 1948, las 2.607 imágenes en diversos formatos de que consta esta ingente labor de documentación fue vendida por los hijos de Prokudin-Gorskii a la Librería del Congreso de los Estados Unidos. En 2001, todas ellas fueron transferidas a un formato digital, gracias a una nueva tecnología, cuyo resultado está expuesto en The Empire That Was Russia (El Imperio que fue Rusia).

José Ortiz EchagüeCon una técnica más anticuada pero más efectista, el español José Ortiz Echagüe (1886-1980) documenta los pueblos y las gentes de la España de la primera mitad del siglo XX. En 1898, le regalan a Ortiz Echagüe su primera cámara, una Kodak Box. Desde entonces compatibiliza sus estudios y trabajos de ingeniero militar con la fotografía. Su pasión por la fotografía animó a su tío Francisco a regalarle otra cámara más profesional, una Photo Esphere de 9x12cm., en 1901. Con solo 17 años, en 1903, ya es conocido internacionalmente por su famosa fotografía Sermón en la aldea. Para tomarla, Echagüe necesitó que los modelos seleccionados del pueblo riojano de Viguera permanecieran quietos durante el medio mínuto que duró la exposición.

Cuando termina sus estudios, le destinan a las bases militares del Protectorado de Marruecos. Allí es destinado a la unidad de fotografía de globos aerostáticos en la que hizo numerosas misiones arriesgadas en plena guerra hispano-marroquí. En 1911, Echagüe obtiene el título de piloto aeronaútico. Recién titulado, solicita al Conde de Artal traer desde París, uno de los tres aviones que el propio Conde había comprado para el Ejército español. Durante el trayecto, el avión se estrelló cerca de Burdeos, sin que él sufriera daño. Llevado por su pundonor, recuperó todas las piezas metálicas y reconstruyó el avión en Marruecos.

Los conocimientos adquiridos sobre aeronaútica fueron bien aprovechados y así Echagüe fundó la empresa CASA (Construcciones Aeronaúticas S.A.) en 1923, cuando estaba destinado en el cuartel de Cuatro Vientos, en Madrid. Hasta 1915, Ortiz Echagüe permanecerá en el norte de África donde tomaraá su serie fotográfica Marruecos y allí comienza a dominar la técnica de positivado con papel carbon Fresson. Una vez en España, inmortaliza pueblos pintorescos que mantienen sus costumbres y sus trajes típicos. Una selección de estas fotografías se edita en 1930 en España y en Alemania. En 1933, edita España, tipos y trajes. Esta publicación sería la primera de una obra documental más ambiciosa, dividida en cuatro grandes series temáticas: España: tipos y trajes, España: pueblos y paisajes, España mística y España: castillos y alcázares; de las que vendió más de 200.000 ejemplares en todo el mundo. El estallido de guerra civil española en 1936 le obligó a postergar la segunda obra de esta serie España: Pueblos y Paisajes, que se publicará en 1939, justo al finalizar la guerra. Posteriormente, España mística se publicó en 1943 y España, castillos y alcázares en 1956.

En 1943, CASA es absorbida por el INI (Instituto Nacional de Industria), un conglomerado de empresas creada por el gobierno de Franco durante la etapa autárquica. Este mismo Instituto le reclamará para fundar la fábrica de coches estatal SEAT (Sociedad Española de Automoción), en 1950. En ambas empresas permanecerá en activo sobrepasando los ochenta años. Echagüe legó a la Universidad de Navarra casi 1.500 positivos completos y más de 28.000 obras entre negativos y positivados no terminados. A pesar de su longevidad, Echagüe mantuvo sin complejos la misma técnica y la misma estética pictoralista durante los 75 años en que se mantuvo activo. Tanto es así que cuando la empresa Fresson dejó de producir en 1966, el papel fotográfico que utilizaba siempre, Echagüe adquirió la patente del proceso y le llamó Carbondir. En realidad, Echagüe no le gustaba que le definieran como pictorialista, sino se sentía más como un artista de la "generación del 98".

August SanderEn Alemania, desde 1911, August Sander (1876-1964) comienza a retratar todos los estratos sociales alemanes. Gracias al apoyo de su tio, el adolescente Sander comenzó a prácticar la fotografía con un equipo y un cuarto oscuro propios. Entre 1897 y 1899, siguió practicando la fotografía como asistente para Georg Jung en sus años de servicio militar en Trier. En 1901 Sander entró en el estudio fotográfico Photographische Kunstanstalt 1 Ranges (Instituto de arte fotográfico de 1º nivel), en la ciudad de Linz, Austria, del cual llegó a ser el propietario en 1904, bautizándolo Studio August Sander für Kunstphotographie und Malerei.

A finales de 1909 deja este estudio para instalarse en Colonia, Alemania, e instala un estudio propio en la calle Dürener nº 201 del suburbio de Lindenthal. Allí, Sander sale de su estudio y realiza excursiones en bicicleta a su tierra natal, en las montañas mineras Westerwald, muy cerca de Colonia. En sus paseos fotográficos, Sander retrata a los campesinos en poses muy artísticas y estudiadas, pero, sorprendentemente muy naturales. Cuando fue reclutado para luchar en la I Guerra Mundial, su esposa Anna Seitenmacher tuvo que encargarse del negocio.

Finalizada la Gran Guerra, Alemania se transforma en una república parlamentaria con un gobierno provisional hasta que se celebran las elecciones en Weimar en enero de 1919. La débil situación económica sacude, sobre todo, a las clases medias. A través de su hijo Erich, Sander contacta con el Kölner Progressive (Grupo de artistas progresistas de Colonia) y se da cuenta del valor documental y artístico de sus retratos de Westerwald. Durante la década de los años 20, Sander decide ampliar su catálogo de retratos y agruparlos en un proyecto. Este consistiría en editar 45 carpetas de 12 fotografías cada una, unidos bajo el título Menschen des 20. Jahrhunderts (Gentes del siglo XX). Su idea era agrupar sus retratos en 7 series que reflejaran todas las clases sociales de la recién creada república de Weimar: Los campesinos (Der Bauer), La clase obrera (Der Handwerker), Las mujeres (Die Frau), Las clases y profesiones (Die Stände), Los intelectuales (Die Künstler), La gran ciudad (Die Großstadt) y, por último, Los olvidados (Die letzten Menschen). En 1927, Sander presenta este proyecto en la Kölnische Kunstverein (Asociación de Arte de Colonia), un espacio cultural de los vanguardistas de esta ciudad alemana.

En 1929, Sander publica Anlitz der Zeit (El rostro del tiempo), un pequeño adelanto de su proyectado catálogo, con una selección de 60 retratos. En 1934, su hijo mayor Erich fue denunciado y encarcelado. Durante sus 10 años de cárcel, Erich también colaboró en el proyecto de su padre y es el autor de algunas fotografías en las que aparecen sus compañeros de celda (presos políticos y comunes) que fueron incluidas en las series Los intelectuales y Los olvidados. Lamentablemente, al III Reich no le gustó estas fotografías que revelaban la realidad del pueblo alemán y Anlitz der Zeit fue uno de los libros prohibidos en 1936. El Ministerio de Cultura, Educación y Ciencias alemán quemó el stock de este libro, destruyó las placas de imprenta y requisó los negativos.

A pesar de la persecución nazi sobre su obra y la destrucción de su estudio por los bombardeos británicos en la II guerra mundial, Sander pudo salvar la mayor parte del material, que fue trasladando a su nueva casa en Kuchhausen, un pueblo de las montañas Westerwald, donde se trasladó en 1942, en plena guerra. Pero, nuevamente, la mala suerte se cebó con este fotógrafo y, en enero de 1946, todo el material que aún conservaba en su estudio de Colonia (de 25.000 a 30.000 negativos) se perdería para siempre por un incendio en el sótano donde los guardaba. Al final, Sander consiguió conservar 40.000 imágenes que actualmente se encuentran entre los fondos de la Fundación Cultural de la Caja de Ahorros de Colonia.

Después de la guerra, Sander no se atrevió a retomar su proyecto de retratos y se embarcó en proyectos de fotografías paisajísticas y naturaleza muerta. En 1962, dos años antes de su muerte vió su proyecto editado en el libro Deutschenspiegel (El espejo alemán), aunque de un modo más modesto de cómo lo había concebido. La obra tal y como la concibió Sander fue editada en 1986 por su hijo Gunther. Con la ayuda de Ulrich Keller, profesor de historia del arte de la Universidad de California, Gunther editó el libro August Sander: Portraits Photographas 1892-1952 con 431 retratos, organizados en 45 carpetas divididos cada una de ellas en los 7 temas concebidos por su padre. En 2002, su nieto Gerd Sander y Susanne Lange editaron Menschen des 20. Jahrhunderts: Ein Kulturwerk in Lichtbildern eingeteilt in sieben Gruppen (Hombres del s. XX: un fenómeno cultural dividido en 7 grupos).

La fotografía comenzó como una técnica asociada al mundo científico y los amantes de la naturaleza y la istorial natural la practicaban desde sus orígenes. En 1926, un joven inglés de 23 años consiguió colocar una fotografía en una publicación nacional donde trabajaba un antiguo amigo de la escuela. Eric Hosking (1909-1991) siempre dijo que quería ser "fotógrafo de aves" y ahora tenía la oportunidad de vivir de ello. Con 8 años, Hosking recibió una cámara Kodak Box Brownie y a los 10 años ya se las ingenió para comprar una cámara de placas. En 1937, cuando estaba fotografiando en un hide en Gales, un cárabo común le agarró la cara y Hosking perdió su ojo izquierdo; pero Hosking no se desanimó al conocer que Walter Higham, otro fotógrafo y cineasta de pájaros, había sufrido el mismo percance y permanecía en activo. Al día siguiente de salir del hospital siguió con el trabajo donde lo había dejado: en el mismo hide en Gales.

Este suceso le hizo tan famoso que cumplió su sueño de editar un libro de sus fotografías de pájaros. Fue el primer fotógrafo en utilizar un flash para fotografiar una lechuza con su presa, fruto de sus experiencias con el flash de bombilla Sashalight. Siguió experimentando y fabricó su propia unidad de flash que podía ser disparado con una velocidad de obturación de 1/5000, consiguiendo fotografías de aves en vuelo. No contento con ello, solicitó ayuda del científico Philip Henry, quien fabricó el primer obturador automático fabricado en el Reino Unido. Desde la década de los 60 se pasó a las cámaras de 35mmm y desde 1974 no se separó de su Olympus. En 1970 publicó su autobiografía titulada "An eye for a bird" (un ojo por un ave), ...humor inglés sin fronteras.

Posiblemente, poca gente sabe que Victor Hasselblad comenzó siendo ornitólogo (estudioso de las aves) y de hecho la necesidad de construir una cámara con negativo de gran tamaño, se basó en su necesidad de obtener imágenes que luego pudieran ampliarse. El mismo año que el cárabo le sacaba el ojo a Hosking, Hasselblad fundaba su primera tienda de fotografía en Gotemburgo. Ese fue uno de los criterios utilizados para fabricar las famosas cámaras Hasselblad que actualmente se dedican a ...la fotografía de publicidad.

Después de la II guerra mundial, muchos fotógrafos vuelven su mirada a los civiles que han sufrido las consecuencias. Arranca la fotografía humanista cuyas obras son difíciles de encuadrar en el género documental, o en el fotoperiodístico y, en muchas ocasiones, son verdaderas obras de arte.
Zdenek TmejA pesar de la diáspora de fotógrafos hacia el nuevo continente, huyendo de la II guerra mundial, hubo numerosos profesionales que se quedaron y se dedicaron a documentar la realidad de la guerra en sus comunidades. El joven checoslovaco Zdenek Tmej (1920-2004) consiguió llevarse una cámara Contax y una Rolleiflex y ocultarlas cuando fue destinado a trabajos forzados a Breslau, en la región de Silesia, (actualmente, Wroclaw, en Polonia), en 1941. Tmej tuvo que realizar las fotografías en muy malas condiciones de luz. A pesar de ello, fue uno de los pocos documentos que se conservan de los campos de trabajo durante la ocupación alemana (entre 1941 y 1943). Estos negativos se salvaron porque los nazis los consideraron más como "souvenirs" que como testimonios comprometedores. Con la guerra ya finalizada, Tmej editó en 1946, el libro ABECEDA: Dusevniho prázdna (El ABC de la vida espiritual).

Cas OorthuysEn Holanda, un grupo de fotógrafos se organizan para documentar la ocupación alemana y la posterior liberación de este país el 7 de mayo de 1945. Forman el grupo De Ondergedoken Camera (La Cámara Clandestina), debido a que la captura fotográfica estaba prohibida y tenían que realizarla de forma clandestina, utilizando numerosas tretas. En este grupo destacan Cas Oothuys (1908-1975), Ad Winding (1912-1996) y la fotógrafa Emy Andriesse (1914-1953). A los dos años de terminar la guerra, este grupo decide publicar Amsterdam tijdens den hongerwinter (Amsterdam durante el invierno de la infamia), con una recopilación fotográfica del largo invierno de 1944-45, en el que los holandeses sufrieron una hambruna por falta de suministro de alimentos.

La corriente existencialista posterior a la guerra condujo a la mayoría de los integrantes de este grupo a documentar los grupos humanos durante las décadas de los años 50 y 60. Cas Oothuys documentó el Madrid del año 1955 para el libro de viajes Hart van Spanje (El corazón de España). A pesar del objetivo de la publicación de mostrar las razones para visitar esta ciudad, Oothuys se centró en los distintos personajes que habitaban Madrid durante la dictadura de Franco.

Este interés por el ser humano será la tónica general del resto de los fotógrafos europeos que sobrevivieron a la II guerra mundial, como el francés Henri Cartier Bresson (1908-2004).

 

Henry Cartier-BressonCartier-Bresson se inicia en la fotografía con 23 años. En su infancia disponía de una cámara Kodak Brownie, pero en esta etapa, disfrutaba más con la pintura. En 1927, mientras estudiaba pintura en París, contactó con los círculos surrealistas y llega a exponer sus pinturas por primera vez en 1928, en Nueva York.

Cuando finaliza sus estudios, se marcha de cacería a la Costa de Marfil en 1931, donde realiza sus primeras fotografías con una cámara Krauss que le presta un amigo. Allí se contagia de malaria y se le complica con la "fiebre de las aguas negras", por lo que vuelve a Francia en 1932. Se instala en Marsella para curarse y hojeando la revista Photographies, observa la fotografía Tres chicos en el lago Tanganika, realizada en 1930 por el húngaro Martín Munckacsi (1896-1963). Se entusiasma tanto con la fotografía que se compra su primera cámara Leica, la marca alemana de la que nunca se separaría. Casi inmediatamente, comienza a exponer sus fotografías y a venderlas a la prensa a la temprana edad de 24 años.

En 1933 expone fuera de Francia, en paises tales como México, Madrid y Nueva York. En 1934, se marcha a México para documentar la etnografía de este país. Allí contacta con Manuel Alvarez Bravo y expone junto a él. A partir de 1936, se introduce en el mundo de la fotografía de cine tras su paso por Nueva York, donde trabaja para el director Jean Renoir, tras el rechazo de Luis Buñuel. Realiza varios documentales cinematográficos sobre la Guerra Civil española y sus fotografías son publicadas en la prensa francesa.

Cuando estalla la II Guerra Mundial, Cartier-Bresson trabaja para la Armada francesa, pero, apenas unos meses después, en 1940, es capturado por las tropas alemanas en la Cordillera de los Vosgos, al noroeste de Francia y conducido a un campo de prisioneros en Wurtemberg, al suroeste de Alemania. En 1943, consigue escapar al tercer intento y trabaja en la clandestinidad con varios grupos de la Resistencia francesa. Al mismo tiempo, realiza retratos de sus amigos artistas y escritores para la editorial Braun.

Cartier-Bresson aprendió a ocultarse tan bien que en 1945 sus amigos estadounidenses, Beumont Newhall (1908-1993) y Lincoln Kirstein (1907-1996), le creen muerto y organizan una exposición restrospectiva de sus fotografías, en el Museo de Arte Moderno de Nueva York. Bresson se entera del acontecimiento y hace acto de presencia. Los sorprendidos organizadores del evento le encargan que continue con la organización de su exposición "póstuma" y el mismo Bresson selecciona 300 fotografías. Es en la cafetería de este Museo donde, en 1947, se plantea la creación de la agencia Magnum, que fundaría aquel mismo año junto a Robert Capa, Chim Seymour, Georges Rodger, William Vandivert, Rita Vandivert y María Eisner. Hasta 1950, Cartier-Bresson viaja continuamente para la agencia porque es el encargado de cubrir los conflictos que se producen en el lejano Oriente. Durante estos tres años, será el último en fotografíar a Gandhi con vida, documentará los últimos seis meses del Koumintang (Partido Nacionalista Chino), antes de la subida al poder de Mao y cubrirá los seis primeros meses de la independencia de Indonesia, después de la retirada de los holandeses.

Cuando regresa a Europa en 1952, publica su libro Images à la sauvette (Imágenes sobre la marcha). La portada fue diseñada por Matisse, como un regalo a su antiguo amigo. El contenido de este libro adoctrina sobre una nueva forma de fotografiar captando lo que se llamó el momento decisivo. A partir de aquí, Cartier-Bresson viaja mucho por Europa, China, India, Japón, Méjico trabajando como freelance para varias revistas aportando fotografías de noticias y documentos gráficos. Es el primer periodista en visitar la URSS después de la muerte de Stalin. En 1955 publica Les Européens (Los europeos), con la cubierta diseñada por Miró.

En 1966, Cartier abandona la agencia Magnum por considerar que se preocupa demasiado por el marketing, y no recupera sus fotografías. Desde 1974, abandona la fotografía por la pintura y solo fotografía en la intimidad. En 2000, su esposa y también fotógrafa Martine Franck (1938-2012), miembro de Magnum, y su hija Melanie le animan a crear una Fundación que preserve todo su material. Finalmente, en 2003, se abre la Fundación que lleva su nombre, en el nº 2 de un callejón de la calle Lebouis, junto al cementerio de Montparnasse. El edificio era una antiguo estudio fotográfico de principios del siglo XX.

 

Antes de graduarse como economista en 1954, el japonés Shōmei Tōmatsu (1930-2012) ya dominaba la técnica fotográfica. De formación autodidacta, sus fotografías llamaron la atención de sus colegas fotógrafos cuando participó en un concurso en 1952. Animado por este éxito, Tōmatsu trabajó para la editorial Iwanami después de graduarse hasta que decidió independizarse en 1956. Como fotógrafo freelance, fotografió a las clases baja y media en un país con las huellas aún recientes de su derrota en la II guerra mundial. Gran parte de este trabajo fue publicado en las revistas Chuo Koron y Asahi Camera.

Después de estar dos años trabajando como freelance, Tōmatsu funda el grupo vanguardista VIVO en 1952. Junto a sus amigos fotógrafos Eiko Hosoe e Ikko Narahara, este grupo proclama un documentalismo más "subjetivo". Sus miembros tenían como fin el de controlar la divulgación y explotación de sus fotografías en régimen de cooperativa. La experiencia solo duraría dos años.

En 1960, el Consejo japonés contra las Bombas Atómicas y de Hidrógeno le encarga la documentación de las consecuencias de estas bombas sobre la población. Mientras su amigo y "descubridor" Ken Domon (1909-1990) aportó las fotografías de la ciudad de Hiroshima, Tōmatsu recopiló una serie de retratos de los supervivientes de la bomba atómica lanzada en Nagasaki. Estas fotografías fueron publicadas por ambos fotógrafos en 1961, en el libro Hiroshima-Nagasaki Document 1961. Posteriormente, en 1966, Tōmatsu publicaría sus fotografías en la obra <11時02分>Nagasaki (Nagasaki "11:02"), titulada así por la hora en que cayó la bomba lanzada por los Estados Unidos el día 9 de agosto de 1945 y que marcó el final de la II guerra mundial.

En esta década de los 60, Tōmatsu se dedicó a documentar la vida en las bases americanas dispersas por su país después de la ocupación norteamericana tras la II guerra mundial. Su objetivo era documentar lo que él llamaba la Coca-Colonización de los norteamericanos sobre la cultura nipona, fotografiando a sus paisanos y a los militares de las bases norteamericanas. Aunque los Estados Unidos le entregó la soberanía de los territorios ocupados a Japón en 1952, sus tropas permanecieron en las islas de Iwo Jima (hasta 1968) y Okinawa (hasta 1972). A esta última isla llegó Tōmatsu en 1968 cuando aún estaba ocupada por los estadounidenses y era utilizada como un gran "portaaviones" natural en la guerra de Corea y posteriormente, la del Vietnam. Con estas fotografías recopiladas, Tōmatsu publicó los libros Occupation, Chewing Gum and Chocolate.y Okinawa, Okinawa, Okinawa (1969).

En la década de los 70, Tōmatsu empieza a utilizar el color y publica su libro 太陽の鉛筆 (Taiyo no enpitsu) (El lapiz del sol) en 1975. La isla de Okinawa le gustó tanto que volvió a vivir en 2010 para su retiro.

 

Sebastiao SalgadoEl brasileño Sebastiao Salgado (1944) comenzó a fotografiar en 1971 cuando viajaba a África en sus misiones comerciales para el Banco Mundial, como economista de la Organización Internacional del Café. Con la cámara de su esposa Lélia, Salgado captaba imágenes sobre sus visitas a los cafetales. Estas fotografías le impactaron tanto que, en 1973, Salgado decidió abandonar su trabajo de ejecutivo en Londres y dedicarse por entero a la fotografía, trasladándose a París. La fotografía en blanco y negro, obtenida con cámaras de 35mm (Leica o Pentax) o digitales a partir de 2009, es la técnica que ha mantenido hasta ahora, consiguiendo unas fotografías impactantes.

Después de trabajar brevemente para la agencia Sygma, Salgado se pasó a la agencia Gamma en 1975. Mientras realizaba reportajes para esta agencia, en 1977, comenzó su labor documental sobre los indios y los campesinos de América latina, dándolo por terminado en 1984. Dos años más tarde publicaría este trabajo en su primer libro Other Americas (Otras Américas). Ese mismo año publicó Sahel: l’homme en détresse (Sahel: el fin del camino, en la edición española), fruto de la colaboración durante 15 meses con la ONG Médicos sin fronteras tras una de las tantas hambrunas que sufre esta región africana en los periodos de sequía.

Mientras tanto, Salgado deja la agencia Gamma en 1979 para unirse a Magnum, en la que se mantuvo durante 15 años. Durante su etapa de fotorreportero, cubrió las guerras de Angola y el Sáhara y obtuvo la instantánea en la que John Hinckley atentaba contra Ronald Reagan el 30 de marzo de 1981. Salgado obtuvo la fotografía por casualidad, ya que estaba de paso por Nueva York cuando recibió el encargo de The New York Times para cubrir los 100 días de la presidencia de Reagan. Para el acto del presidente en Washington, Salgado aún no estaba acreditado, pero logró colarse entre los agentes de seguridad y tomar las imágenes del atentado, que después serían publicadas en todo el mundo. Aquella serie de imagenes fue "retirada del mercado" por el propio Salgado, porque podría perjudicar su trayectoria como documentalista. No obstante, cuenta la leyenda que los contactos de aquellas imágenes están colgados en la pared de la casa del fotógrafo.

Desde 1986 a 1992, Salgado se dedicó a documentar el trabajo manual y artesano que se mantienen aún en algunas culturas repartidas en 26 países. Las imágenes del trabajo de los mineros en Sierra Pelada, una mina de oro situada en el municipio de Para, en Brasil, dieron la vuelta al mundo en 1986. El resultado de este trabajo documental fue recopilado en el libro Workers: An Archaeology of the Industrial Age (Trabajadores), editado en 1993 y se realizó una exposición itinerante.

El siguiente foco de interés para Salgado fueron los movimientos migratorios de las personas debido a las más diversas causas. Este trabajo comenzó en 1993. Al año siguiente, Salgado decidió independizarse formando su propia agencia, Amazonia Images, con sede en París, junto a su esposa Lélia Wanick Salgado. En el transcurso de sus viajes para documentar las migraciones, Salgado visitó numerosos campos de refugiados. Con parte del material obtenido en estos campos, Salgado publica en 1997, el libro Terra: Struggle of the landless (Terra: la lucha de los desposeídos).

Después de 7 años recogiendo imágenes en 39 países, Salgado publicó dos libros: Migrations (Migraciones) y The Children: Refugees and Migrants (Los Niños) en el año 2000. Esta última publicación le puso en contacto con UNICEF para exhibir una selección de 90 fotografías en la sede de la ONU, en septiembre del mismo año. A partir de aquel momento arrancan numerosas colaboraciones con este organismo, cediendo en algunos caso sus derechos de reproducción. En 2003, Salgado colabora en un proyecto con UNICEF y la OMS para erradicar la poliomelitis, publicando el libro The End of Polio: A Global Effort to End a Disease (El fin de la Polio: un esfuerzo global para la erradicación de una enfermedad) cediendo los derechos de reproducción de las fotografías a favor de la campaña. En la fecha de publicación de este libro, la polio era endémica en 7 países.

En 2005, Salgado inicia el proyecto Génesis, que pretende recopilar imágenes de la zonas del mundo que aún se mantienen vírgenes. El proyecto inclue la visita a 32 países del mundo, a lo largo de 8 años. Génesis fue presentado en 11 de abril de 2013 en el Museo de HIstorial Natural de Londres. Desde 2009, Salgado adopta la fotografía digital, pero utiliza un procedimiento muy personal, que consiste en transferir la imagen digital a una negativo de 35 mm, desde donde obtiene las copias por el método tradicional del cuarto oscuro.

 

Referencias

  • Freund, Gisèle. 1993. La fotografía como documento social. Ed. Gustavo Gili
  • Golden, Reuel. 2003. Fotografía siglo XX. Ed. Lisma.
  • Loup Sougez, Marie. 2004. Historia de la fotografía (9ª Edición). Ed. Cátedra
  • Sánchez Vigil, Juan M. 2007. Del Daguerrotipo a la Instamatic. Ed. Trea
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