La Nikon F5 (1996-2004) fue la última SLR profesional que incluía la opción de visores intercambiables. Canon había abandonado los visores intercambiables con la EOS-1 (1989-1995). La Pentax LX (1980-1997) dejaría de fabricarse un año después de la aparición de la F5.

En la era Nikon F, todos los modelos disponían de visores intercambiables. En los años 60 y 70, el papel de los visores era contener el sistema de medición de luz. La tecnología fotográfica estaba en sus albores y cada vez que había un avance en la medición de luz, se ponía a la venta un nuevo visor. De hecho, los diferentes visores dieron nombre a las variaciones de las Nikon F y F2. Pero además ya había visores con funciones especiales: los visores llamados de acción (action finders) diseñados para eventos deportivos, o los de cintura (waist-level finder) para trabajos en estudio o toma de imágenes con ángulos complicados.

Las cámaras Nikon son conocidas por montar visores de gran precisión, que muestran el 100% del área de la imagen que finalmente aparecerá en la fotografía. Canon, por ejemplo, no incluyó esta característica hasta la EOS-1 en 1989. La principal ventaja de disponer de una cobertura total en el visor es conocer exactamente que saldrá en la imagen final, lo que resulta especialmente útil en la fotografía con microscopio, astronómica, de aproximación, etc.

Con la aparición de la Nikon F3, las cosas fueron algo diferentes. Este modelo montaba el sensor de luz en el cuerpo de la cámara, bajo el espejo reflex, lo que permitía también la medición TTL para flash. De esta forma, los visores pudieron ser también más pequeños. En principio los diferentes autores coinciden en que si la función principal, que es medir la luz, ya no se hace desde el visor, y la tecnología está muy desarrollada, ya no se hace tan necesario el diseño de múltiples visores. Pero en mi modesta opinión, creo que el desarrollo de la fotografía digital ha sido la verdadera causa del abandono de diseños para visores intercambiables. Como todos hemos podido comprobar, la electricidad estática que genera una cámara digital atrae el polvo, y la limpieza de sensores y pantallas de enfoque se convierte en un verdadero dilema. Pensemos que una cámara digital que supera los 4000 euros se puede llenar de polvo cada vez que cambiemos el visor, y que además no existe un método rápido y eficaz para su limpieza. Afortunadamente, la Nikon D3s ya lleva limpieza de sensor y pantalla de enfoque intercambiable, así que casi casi nos vamos acercando, pero aún no llegamos. Algunas funciones de los visores intercambiables han sido suplidas con accesorios que se enroscan al ocular del visor estándar. De hecho, los visores acodados o en ángulo recto suplen las funciones del visor DW-3 que se muestra en las imágenes siguientes.